“Este curso se construyó de manera inteligente y a buen ritmo, utilizando dos instructores cuyos estilos eran muy diferentes pero complementarios. Además del yoga en sí, hubo un énfasis extremadamente útil en la conciencia y el movimiento del cuerpo, lo cual, junto con la información proporcionada sobre los chakras, los meridianos y la anatomía, me dio una comprensión mucho mejor de cómo el cuerpo y la mente trabajan juntos, cómo utilizar diferentes técnicas para profundizar tu práctica y cómo utilizar el yoga de forma terapéutica y como forma de ejercicio. El curso fue equilibrado, variado, intenso pero también divertido y Gerry, Mario y Charity fueron accesibles, informados y solidarios. Fueron extremadamente sensibles a nuestras necesidades físicas, espirituales y mentales. La ubicación era realmente mágica: un pequeño pueblo en la cima de una colina con vistas impresionantes que realzaron enormemente la experiencia. Los aldeanos fueron acogedores y amigables y rápidamente nos convertimos en parte de la comunidad. Quería calificarme como profesora de yoga y no tenía expectativas adicionales más allá de eso, sin embargo, dejé a una persona diferente. Aprendí muchas lecciones que serán invaluables para mí en el futuro. Todos en el curso vivieron su propia experiencia única, pero todos coincidimos en que el proceso nos transformó gracias al equipo docente, el entorno y el tiempo y la paz para disfrutar de una experiencia totalmente inmersiva. Los extraños se convirtieron en familia, aprendí algo de español, perdí algo de peso y ahora puedo enseñar yoga con confianza. ¡Qué no me gusta!”

- Lisa Maresca-Harmer, Reino Unido, 2019 -